lunes, 22 de noviembre de 2010

Harry Potter y las Reliquias de la Muerte (Parte I)

“La vida te da sorpresas”, entonaba la canción Pedro Navaja. Poco esperaba a estas alturas de la séptima película de Harry Potter, Las Reliquias de la Muerte Parte I. Sin embargo he de admitir, que mi estupor ha sido mayúsculo.

La saga Harry Potter empezó con dos primeras entregas firmadas por Chris Columbus. Sendas películas, enfocadas a una audiencia eminentemente infantil, me parecieron en su momento correctas, sin llegar a seducirme del todo. El director de “Sólo en Casa 2” o “Señora Doubftire” conseguía con su no-estilo un producto de cine de palomitas al alcance de toda la familia, pero no lograba la total inmersión en el mundo mágico que pretendía retratar.

Llegó Alfonso Cuarón y puso el gallinero patas arriba. Cambió los decorados de cartón piedra por localizaciones exteriores reales, rediseñó el look de aquel universo y lo más importante: nos lo hizo creíble. Había empezado una nueva etapa y lo que nos brindó fue una excelente película; él se creyó a los personajes y gracias a su estilo crudo y realista, nosotros también lo hicimos. El cine de autor y el universo de J.K. Rowling se dieron la mano, y el resultado fue, cuanto menos, excitante.

La siguiente película (El Cáliz de Fuego), pese a no contar con un director de renombre, salía también airosa, aunque apoyándose en las bases visuales que Cuarón había asentado previamente.

Y llegó David Yates para destrozarlo todo.

Aún a día de hoy hago revisionados de la quinta película y me digo a mí mismo: “seguro que no era tan mala como recuerdas”. Y siempre constato de que era PEOR de lo que recordaba. No se salva una sola secuencia. Está mal rodada de principio a fin, sin ningún sentido del ritmo. Incluso al final, uno de los momentos que deberían suponer un fuerte varapalo emocional, no consigue arrancar ya no una lagrimita, sino ni siquiera el más mínimo gesto en el espectador. Un film que en definitiva era una gran secuencia de montaje de dos horas, y con un tercer acto rodado con la misma sutileza que un elefante bailando un mambo sobre un monociclo fucsia.

¿A quién se le había ocurrido dejar una superproducción como ésta en las manos de un tipo que se dedicaba a hacer Tv movies para la televisión inglesa? La televisión y el cine tienen lenguajes muy diferentes, y el proyecto para Yates, como novato que era, le iba demasiado grande.

Sin embargo, y a pesar de las duras críticas que recibió la película, firmó para la sexta, y la séptima entrega ante el pasmo generalizado de la audiencia, que no entendía nada.

Llegó el Príncipe Mestizo y parecía como si nuestro director hubiera hecho un cursillo de cinematografía entre la quina y la sexta entrega. Por primera vez veíamos encuadres dignos, planos con intención, y una cierta puesta en escena interesante. Descubrimos también que al hombre se le daba bien la comedia romántica e incluso secuencias como la del Felix Felicis rozaban el sobresaliente. Pero al final… ¡Las carencias de nuestro amigo se volvieron a hacer evidentes! Completamente incapaz de emocionarnos, ni siquiera ante la muerte de uno de los personajes más queridos de la saga, quedaba patente que no tenía ni pajolera idea de cómo rodar una escena de acción. Una vez más, el clímax y el tercer acto de la película parecían estar filmados por un estudiante de audiovisuales de primer curso, y lo que debía haber sido un desenlace trepidante y emocionalmente arrollador, quedó en veinte minutos de insulso metraje salpicado de mediocres muestras de dolor.

Pero hoy… me ha dado la sensación de que estaba ante un director completamente distinto. ¿Qué ha pasado? Lo que es una realidad, algo de lo que te das cuenta enseguida en la escuela de cine, es que a rodar, se aprende rodando. A David Yates le ha costado dos superproducciones de Hollywood, pero finalmente parece que ha aprendido el oficio.

La historia no ha avanzado ni cinco minutos cuando la primera lagrimilla asoma tímida. Visualmente, Yates ha madurado lo indecible y se recrea en planos espectaculares, bellamente compuestos, pero lo más importante: siempre al servicio de la historia. El estilo con el que filma Las Reliquias de la Muerte Parte I es MUY diferente del que habíamos visto anteriormente, y eso es una buena noticia.

¿Qué ocurre con las escenas de acción? En general están bien resueltas. Alguna (por ejemplo, una persecución en el bosque) adolece de lo mismo que la mayoría de escenas de acción de la postmodernidad: se juega a hacer planos tan rápidos y a un montaje tan picado, que no podemos seguir con claridad lo que está ocurriendo. En otra ocasión, dentro del ministerio, hay una cámara lenta excesivamente tramposa y artificial forzando una tensión que quizás de otra manera no pudiera conseguirse. Sin embargo esto son minucias cuando se compara con el resto del film (un poquito largo en mi opinión), que brilla con luz propia y promete grandes dosis de buen cine, algo que hacía años no veíamos en esta saga.

Sobre los cambios respecto a la novela original, nada diré puesto que mi intención es valorar la película como un producto independiente, pero en su mayoría me parecen muy acertados.

Por último me gustaría destacar a las nuevas incorporaciones de casting: Mundungus Fletcher, el nuevo Ministro de Magia o el padre de Luna, actores que pese a no gozar la mayoría de mucho tiempo en pantalla, nos regalan en apenas unos segundos geniales y verosímiles actuaciones. Esto queda patente especialmente en el caso de Yaxley (Peter Mullan), quien con sólo una mirada es capaz de transmitirnos el ambiente fascista en el que ha quedado sumido el Ministerio de Magia.

Resumiendo, una buena película, visualmente impactante, con grandes interpretaciones y buen sentido del humor. O lo que es lo mismo: lo último que esperábamos a estas alturas de David Yates.

CANCIÓN DEL DÍA: Muse - New Born

jueves, 18 de noviembre de 2010

Mi Vida en Discos

El mes pasado este blog cumplió un añito. Pensé que al llegar la fecha pasaría algo: aparecerían globos hechos en flash, bocadillos de nocilla virtuales... o aunque fuera me llegaría como mínimo un mail recordándomelo. Pero la verdad es que hoy, casi un mes después, me he dado cuenta que Where is my Mind lleva ya 13 meses siendo mi válvula de escape; un lugar donde he escrito todo lo que me ha ido pasando por la cabeza y gracias al cual he ido conociendo gente estupenda, con una forma de ver la vida muy interesante y que con sus comentarios hacen que este blog sea un poquito mejor cada día.

El día de mi cumple-blog os hubiera invitado a todos a media-lunas cibernéticas y fanta de naranja binaria, pero where was my mind? Se me pasó. Quería hacer una entrada personal, así que concentrémonos un poco e imaginemos que hoy es 10 de octubre:


MI VIDA EN DISCOS


EL PRIMER DISCO QUE COMPRÉ




ME CAMBIÓ LA VIDA




ME TRANSPORTA A OTROS MUNDOS




ME RECUERDA A MI ADOLESCENCIA




ME AYUDÓ EN MOMENTOS DIFÍCILES




LO ESCUCHO CUANDO QUIERO DESCONECTAR




ME DEFINE




LO RECOMENDARÍA




LO PONDRÍA EN MI FUNERAL




EL ÚLTIMO QUE HE ESCUCHADO




MI ÚLTIMO GRAN DESCUBRIMIENTO


CANCIÓN DEL DÍA: KISS - DETROIT ROCK CITY

martes, 16 de noviembre de 2010

Carta abierta a la RAE


Estimados señores de la Real Academia de la Lengua Española:

La “i griega” seguirá siendo siempre como el yogurt, pues no hay para mí más “ye” que la que cantaba Concha Velasco en los 60.

Sólo escribiré “solo” sin acento cuando nadie me acompañe.

Y detrás de una buena película siempre seguirá habiendo un buen guión, y para que éste lo sea seguirá conservando su tilde.

Así nos educaron, y así seguirá siendo para nosotros. Si no, ¿para qué tanto esfuerzo en aprender a escribir correctamente en castellano? ¿De qué sirve empeñarnos en no usar abreviaturas en Internet y mosquearnos para que un foro o un blog no sea sinónimo de analfabetismo?

Señores de la RAE, estoy seguro que algo tienen que hacer, pero no nos toquen… la ortografía…


CANCIÓN DEL DÍA: Tomoyasu Hotei - Battle Without Honor and Humanity

Imagen: Galifardeu

jueves, 11 de noviembre de 2010

Los 30 Mejores Personajes de Videojuegos


Un hecho incuestionable es que soy adicto a hacer listas de todo, hasta el punto que una de las secciones de este blog está dedicada a ello. Y la revista Empire constantemente me está tentando a hacer nuevas listas. En esta ocasión, se trata de la lista de los 50 Mejores Personajes de Videojuegos, que podéis consultar en ESTE ENLACE.

Le he estado dando vueltas y mi lista va a ser algo más pequeña, ya que creo que con 30 hay más que suficiente. Así pues, des 30 al 1, y siempre según mi propio (y más que cuestionable) criterio, ahí va mi lista con los mejores personajes de la historia de los videojuegos:

30. MAX DAMAGE (CARMAGEDDON - 1997)


29. EDWARD CARNBY (ALONE IN THE DARK - 1992)


28. PURPLE TENTACLE (DAY OF THE TENTACLE - 1993)


27. KNUCKLES (SONIC & KNUCKLES - 1994)


26. SACKBOY (LITTLE BIG PLANET - 2008)

25. LARS UMLAUT (GUITAR HERO - 2005)


24. CHUN-LI (STREET FIGHTER - 1991)


23. WORMS (WORMS - 1994)

22. M. BISON (STREET FIGHTER - 1991)

21. SUB ZERO (MORTAL KOMBAT - 1992)


20. SCORPION (MORTAL KOMBAT - 1992)


19. ALICE (AMERICAN MCGEE'S ALICE - 2000)

18. DIOS DEL METAL (BRUTAL LEGEND - 2009)

17. DR. ROBOTNIK (SONIC THE HEDGEHOG - 1991)

16. SORA (KINGDOM HEARTS II - 2006)


15. RIKKU (FINAL FANTASY X - 2002)


14. LIGTHNING (FINAL FANTASY XIII - 2010)


13. LECHUCK (MONKEY ISLAND - 1990)


12. PYRAMID HEAD (SILENT HILL 2 - 2001)


11. SEPHIROT (FINAL FANTASY VII - 1997)


10. EDDIE RIGS (BRUTAL LENGEND - 2009)


9. MARINE (COMMANDOS - 1998)


8. MARIO (SUPER MARIO BROSS. - 1985)


7. SONIC (SONIC THE HEDGEHOG - 1991)


6. CLOUD STRIFE (FINAL FANTASY VII - 1997)


5. SAM & MAX (SAM & MAX - 1993)


4. LARA CROFT (TOMB RAIDER - 1996)


3. AURON (FINAL FANTASY X - 2002)


2. GUYBUSH THREEPWOOD (MONKEY ISLAND - 1990)


1. JOHN MARSTON ( RED DEAD REDEMPTION - 2010)


CANCIÓN DEL DÍA: WE ARE STANDARD - THE PRESENT

Imagen Cabecera: Maye1a